Retiro a la vida civil
Vida Civil
A medida que la guerra de la independencia llegaba a su fin, León Galindo Camacho, como todos los que participaron en ella tuvo que elegir el camino que tomaría para continuar su vida.
Poco más de un año después de haber llegado al Alto Perú, a mediados de 1826, Galindo tomó la decisión de no retornar a su tierra natal y quedarse definitivamente en la recién creada república de Bolivia.
En cartas personales dirigidas a Sucre, Galindo se declaró hastiado de la guerra y decidido a establecerse en paz, fundar una familia y dedicarse a las labores agricolas.
Tenía 33 años. Su madre y hermanas, quienes pasaban por una situación económica muy difícil, esperaban su retorno. En Bolivia no tenía parientes y muy pocos amigos. A pesar de hostilidad con que fueron recibidos los colombianos, desde un principio fue ganándose el aprecio de quienes lo conocieron en Potosí, Sucre y Cochabamba.
Matrimonio y descendencia
León Galindo Camacho se casó con Antonia Argüelles Gutiérrez el 13 de agosto de 1826 en Potosí.
Del matrimonio nacieron once hijos: Néstor, Nicanor, Eliodoro, Faustino, Daniel, León, Olimpia, Edelmira, Amelia, Gélida, y Matilde.
Hacienda en Chullpas
Cuando León Galindo Camacho decidió quedarse definitivamente en Bolivia, lo hizo con el propósito de abandonar la carrera militar, casarse, fundar una familia y dedicarse a las labores agrícolas en Cochabamba.
Para ello, se propuso comprar una hacienda y escogió la de Chullpas, en el valle de Cliza.
Según estudios relativos a la actividad agrícola de Cochabamba, esa hacienda era a principios del siglo XIX la segunda más grande de este departamento. La primera era una perteneciente al monasterio de Santa Clara, con 860 fanegadas de tierra y 954 indios de hacienda. Le seguía la hacienda Chullpas con 400 fanegadas de tierra y 200 indios; las siguientes en importancia y número estaban bastante más abajo con la mitad de tierra y solo 50 a 60 indios en cada propiedad.
Además de ser la segunda más grande de Cochabamba, la hacienda Chullpas era una de las más modernas y productivas pues perteneció al intendente Francisco de Biedma, quien se destacó por ser uno de los hombres más visionarios y progresistas de su tiempo.
Prefecto y munícipe de Cochabamba
En 1843 el Presidente José Ballivián nombró a León Galindo Camacho Prefecto de Cochabamba, cargo que ejerció hasta diciembre de 1847, cuando Manuel Isidoro Belzu mediante un golpe de estado se hizo cargo de la Presidencia de la República y desencadenó una violenta persecución de quienes colaboraron al gobierno derrocado.
Como consecuencia de esos hechos, Galindo fue exiliado a Tacna, donde fue acompañado por su hijo Néstor.
En 1855, el presidente Jorge Córdova convocó a elecciones generales y municipales. León Galindo Camacho se presentó como candidato y fue electo como munícipe de la ciudad, cargo que ejerció hasta 1857.
En 1857 José María Linares encabezó un golpe contra Jorge Córdova. Nombró prefecto de Cochabamba a León Galindo Camacho, quien ejerció ese cargo hasta 1860, cuando renunció por su avanzada edad.